en Cristo que todos los creyentes tienen con Dios y unos con otros; (2) el compañerismo doctrinal que es reconocido por una confesión compartida de la verdad; y (3) el compañerismo que es expresado por actividades conjuntas. Estos tres aspectos pueden ser resumidos en tres palabras: fe, confesión, y acción. La fe es obrada en nosotros y conocida con certeza solamente por Dios. Juzgar la existencia de este compañerismo de fe es la responsabilidad solamente de Dios. Aunque la confesión y la acción,
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